ENVÍOS A TODO EL PAÍS
En Una historia del conurbano, Pedro Saborido confirma que cada vez que se propone contar un universo determinado lo hace conun brillo y genio sin igual. Lo había hecho con Una historia del fútbol y también con Una historia del peronismo. Esta vez, las historias de las invasiones inglesas, las dimensiones paralelas, las apariciones de Vírgenes que conceden deseos desopilantes y otras criaturas con la misma garantía de lo hipnótico, como un adorable astronauta ruso, construyen una obra inolvidable. El guionista de Peter Capusotto y sus videos «y de tantos otros ciclos recordados» además de hacer reír con fiereza y de contar his-torias magistrales, también despliega una mirada lúcida, mordaz y encantadora. El conurbano y todos sus componentes, entonces, quedan retratados con una cruza de arte y sociología como el que captura, en medio de tanto desparpajo, un mundo que parece no tener explicación pero que la tiene: sólo hay que saber buscarla.
En Una historia del conurbano, Pedro Saborido confirma que cada vez que se propone contar un universo determinado lo hace conun brillo y genio sin igual. Lo había hecho con Una historia del fútbol y también con Una historia del peronismo. Esta vez, las historias de las invasiones inglesas, las dimensiones paralelas, las apariciones de Vírgenes que conceden deseos desopilantes y otras criaturas con la misma garantía de lo hipnótico, como un adorable astronauta ruso, construyen una obra inolvidable. El guionista de Peter Capusotto y sus videos «y de tantos otros ciclos recordados» además de hacer reír con fiereza y de contar his-torias magistrales, también despliega una mirada lúcida, mordaz y encantadora. El conurbano y todos sus componentes, entonces, quedan retratados con una cruza de arte y sociología como el que captura, en medio de tanto desparpajo, un mundo que parece no tener explicación pero que la tiene: sólo hay que saber buscarla.